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La otra cara del cannabis: ¿riesgo al corazón?

Por: [ César Olvera ]
Chihuahua, México — Junio 2025


Mientras los dispensarios de mariguana continúan floreciendo en el paisaje urbano de Estados Unidos, una nueva voz científica siembra dudas sobre su aparente inofensividad. Un metaanálisis publicado en la revista Heart —que revisa 24 estudios recientes— apunta hacia un vínculo inquietante: el consumo de mariguana podría duplicar el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes.



El hallazgo

El estudio fue liderado por la farmacóloga Emilie Jouanjus de la Universidad de Toulouse, quien junto con su equipo escudriñó miles de datos para llegar a una conclusión que, aunque no establece causalidad, lanza una alerta significativa. “Muchos pacientes la usan por estrés o ansiedad, pero no deben asumir que es inocua”, afirma la investigadora.


En paralelo, la cardióloga Ersilia DeFilippis del Centro Médico Irving en la Universidad de Columbia añade: “Sabemos que la mariguana puede elevar la presión arterial, aumentar la frecuencia cardiaca y alterar el ritmo del corazón.

Son ingredientes conocidos para desatar complicaciones”.


Una percepción pública desconectada
A pesar de los hallazgos, el 15% de los adultos estadounidenses declaró consumir mariguana en 2022, la mayoría con la certeza de que es una alternativa segura. Sin embargo, esta percepción contrasta radicalmente con la evidencia médica emergente.


El perfil de riesgo


Aunque se piensa que el riesgo es exclusivo de adultos mayores o personas con comorbilidades —diabetes, colesterol elevado, hipertensión—, los datos reflejan otra realidad: la edad promedio de los pacientes con eventos cardiovasculares relacionados al cannabis es de apenas 38 años.


El cardiólogo John Ryan del Hospital de la Universidad de Utah ha presenciado varios infartos en adultos jóvenes que consumen mariguana con regularidad. Lo más alarmante, dice, es el desconocimiento de los síntomas:

“Muchos no saben reconocer un infarto o un derrame hasta que es demasiado tarde”.



¿Qué sugiere la ciencia?
Aunque estos eventos no son altamente frecuentes, su recurrencia es suficiente para despertar inquietudes en la comunidad médica. Stanton Glantz, exdirector del Centro de Investigación en Control del Tabaco en San Francisco, no lo duda: “Los riesgos del cannabis pueden parecer menores, pero su impacto acumulado es comparable al del tabaquismo ligero”.

Este análisis llega en un momento clave: cuando la legalización avanza y las campañas de marketing suavizan la imagen del cannabis. En medio de esta tendencia, el debate urgente no es sobre legalidad, sino sobre salud pública informada. La ciencia aún busca respuestas definitivas, pero la advertencia es clara: hasta que las tenga, conviene tomar la mariguana con más respeto que relajación.