Información por: Jeanette Trillo
A unas semanas de terminar el año muchos de nosotros estaremos preguntándonos que propósitos nos gustaría tener para el siguiente año, que podemos hacer para mejorar aquellas cosas que no salieron o no nos hicieron sentir bien en este año. Una psicoterapeuta estadounidense sugiere un propósito que podría mejorar e incluso influir en el éxito de tus otros propósitos, cuidar tu salud mental.
La OMS define la salud mental como «un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y puede aportar algo a su comunidad». Por lo que podemos entender que de nuestra salud mental depende y esta íntimamente relacionado nuestro desempeño en todos los aspectos de nuestra vida.
Pero, ¿de que manera podemos cuidar nuestra salud mental?, se recomienda estar atentos a los cambios repentinos en ti mismo, por ejemplo:
–Cambios drásticos en tu ciclo de sueño, sí de repente tienes problemas para dormir o al contrario empiezas a dormir más tiempo de lo normal.
-Cambios en tu apetito, si sientes necesidad de comer demasiado o se te quita el apetito fácilmente.
–Sí disfrutabas de reunirte con tus amigos y ahora sientes la necesidad de aislarte.
Como consejo también podrías mantener un registro de como te sientes diariamente para que puedas tener una forma clara de observar si ha habido algún cambio en tus actitudes, por ejemplo si un día estuviste bajo de ánimo pero pudo haber sido causado por un factor estresante o si esta actitud se repitió constantemente.
Busca un apoyo, no solo lo brindes a quienes te rodea, si no también acéptalo, tener a alguien que te escuche y de su punto de vista sobre algunas situaciones puede ayudar a abrir tu panorama.
Ten al menos una relación íntima profunda, alguien con quien puedas ser tu mismo y no sentir las presiones de las relaciones superficiales, pues estas ultimas son las que a veces pueden ser dañinas para nosotros.
Y por último, expresa tus emociones, no podemos mantener nuestras emociones embotelladas solo para pretender que algo no nos afecta y que somos valientes, es normal llorar, sentir frustración o enojo, lo que no esta bien es guardárnoslo y permitir que se vuelvan emociones negativas dentro de nosotros pues solo nos harán daño.