La procrastinación es uno de los problemas más comunes que afecta a muchas personas hoy en día, es el mal hábito de postergar intencionalmente determinadas actividades para realizar otras que les son más “agradables”. En otras palabras, procrastinar es “dejar para mañana lo que puedes hacer hoy”.

Este problema tiene un impacto negativo en la vida de las personas, tanto en su vida personal, profesional, en la productividad laboral, en la motivación, y en el bienestar emocional. El principal disparador de la procrastinación son los sentimientos negativos. Es más probable caer aquí cuando te sientes estresado, indeciso, sobrepasado por ciertas circunstancias o incluso si te encuentras aburrido. Es el mecanismo natural de las personas para evitar realizar tareas que les resultan desagradables.

Existen diversas razones por las que la gente puede ser propensa a postergar tareas y responsabilidades, entre ellas están: la inseguridad, el miedo al fracaso, la distracción, la falta de motivación, la falta de dirección, el perfeccionismo, la procrastinación compulsiva, la ansiedad, la baja autodisciplina, el estrés y fatiga emocional, la depresión o trastornos de estado de ánimo y los problemas de relación o conflictos interpersonales.

En el presente artículo te daremos algunas consejos y estrategias para poder ser más productivo y aprender a tener prioridades y eliminar el hábito de procrastinar.

1. Fija objetivos.

La procrastinación suele presentarse a causa de una desmotivación real, sobre todo cuando los objetivos no están bien definidos. El conocer el motivo que hay detrás de tu esfuerzo, te ayudará a vencer la tentación y caer en ella.

2. Organiza tu día

Lo mejor que se puede hacer es la planificación especifica de las tareas que se realizan desde un día anterior, así no caerás en la procrastinación en tener que decidir en el momento cuál es la acción siguiente a realizar, pues si lo pensamos, el hecho de realizar una nueva actividad genera cierta resistencia, más si le sumas el esfuerzo mental para decidir qué actividad será la siguiente.



3. Elimina distractores

Es bien sabido que para lograr concentrarte en tus actividades diarias tendrás que eliminar o al menos reducir al mínimo los distractores. Hoy en día, la principal fuente de distracción es el celular, ya que cuenta con redes sociales, el internet, videos, música, el chat, etc, por lo que lo mejor para empezar una tarea sería mantenerlo en silencio y fuera de nuestra vista.

Las personas tienden a ser también distractores pero son imposibles de evitarlas, lo que se recomienda es poner límites a las interrupciones. Si estás concentrado en tus actividades y te interrumpen, puedes decirles que lo podrás atender más tarde al concluir tus labores.

4. Premia tu esfuerzo

Tener prevista una recompensa te anima a trabajar de manera más eficaz y productiva. Aunque puedes optar por la recompensa que quieras, una buena opción sería precisamente realizar esas actividades que tanto te gustan.
El objetivo es dejar de utilizar estas actividades agradables como justificación para no realizar tu trabajo. Cuando dejes de utilizarlas como excusa, podrás empezar a utilizarlas como recompensa por esforzarte en realizar tus actividades.

5. Identifica tu comportamiento

Si puede identificar tus disparadores concretos de tu conducta, podrás observar cuales son las actividades que utilizas como vía de escape. Piensa en las situaciones en las que sueles procrastinar y busca tu patrón. Así identificaras las tareas y los momentos en los que la tentación es más grande.

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