I. Tipos de abono

Todos los abonos son utilizados para aportarle a la tierra los nutrientes que al final acaba beneficios al crecimiento de las plantas de tu jardín o del huerto mediante las raíces de estas. A continuación, te diremos cuáles son los más comunes.

a) Estiércol

Este tipo de abonos es el más utilizados en las áreas rurales, ya sea por la sencillez de su obtención. Puede obtenerse de las heces de vacas, caballos, ovejas o prácticamente cualquier otro tipo de ganado, pero para esto, es importante que la alimentación de ellos sea lo más natural posible.

b) Compost

Es el rey de los abonos caseros, pues cualquiera puede elaborar este producto de la forma más sencilla. Se pueden usar las sobras orgánicas del hogar o del huerto. El utilizar los deshechos de la casa es la mejor manera de reciclar y una excelente forma de aportar nutrientes al cultivo.

c) Humus de lombriz o lombricompost

Este es uno de los abonos orgánicos más completos y de efecto más beneficioso. Para este abono se usan las lombrices californianas, grandes devoradoras de materia orgánica, producen un potente cóctel de nutrientes y se encuentra cargado de organismos microscópicos que ayudarán a las plantas.

d) Gallinaza

La gallinaza es estiércol que proviene de gallinas. Es un producto rico en nutrientes como: el azufre, nitrógeno, potasio, calcio, magnesio y fósforo.

e) Abono inorgánico

Este otro producto es elaborado de compuestos de origen mineral, es decir, que no provienen de animales o plantas pero que siguen siendo totalmente naturales y ecológicos.

II. Tipos de fertilizantes

En este apartado, te diremos la diferencia que existe entre los fertilizantes naturales u orgánico, así como, el fertilizante químico.

a) Fertilizantes sintéticos

Este tipo de fertilizantes suelen conocerse también como agroquímicos, generalmente son usados en la agricultura para aportar de manera artificial los macronutrientes específicos a los cultivos. La desventaja que se presenta con estos, es que son peligrosos, pues pueden contaminar las aguas subterráneas y los grandes caudales de aguas como son los ríos, así como, no enriquecen el suelo de forma duradera.

b) Fertilizantes orgánicos

Este tipo de fertilizantes no son dañinos aun y cuando sean elaborados artificialmente. Cumplen la misma función que los abonos, con la diferencia de con estos se suelen aplicar directamente sobre los cultivos y no sobre la tierra, a menudo son diluidos o incluidos en el agua de riego.

Existe una gran cantidad de recetas caseras tradicionales que se pueden elaborar en casa, puedes usar el té de plátano, o aquellos que se elabora con los posos del café.

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