Adán Augusto denuncia maniobras desde Palacio y cuestiona el silencio sobre el desafuero de Alito
Adán Augusto López: Entre el fuego cruzado y el silencio político
Ciudad de México, 25 de septiembre de 2025
El senador Adán Augusto López Hernández, coordinador de la bancada de Morena en el Senado, se muestra cada vez más incómodo ante lo que considera una embestida política en su contra. Mientras Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, intensifica sus denuncias en Estados Unidos contra figuras del lopezobradorismo, el exgobernador de Tabasco se pregunta por qué el foco parece estar sobre él y no sobre el priista, cuyo proceso de desafuero ha perdido fuerza en San Lázaro.
Desde que estalló el escándalo de “La Barredora” —una red criminal vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación que operaba en Tabasco bajo la protección de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública— Adán Augusto ha sido señalado por omisiones durante su gestión como gobernador. La presión política se ha intensificado, con columnas en medios como Excélsior y El Universal que sugieren su salida como coordinador parlamentario.
En paralelo, Alejandro Moreno “Alito” ha viajado a Washington para presentar denuncias ante organismos internacionales, incluyendo el Departamento de Estado y la OEA, acusando a figuras del lopezobradorismo de corrupción y vínculos con el crimen organizado. Entre los mencionados, figura el propio Adán Augusto.
La frase que revela el hartazgo:
“Alito hace denuncias en Estados Unidos contra gente del movimiento pero pareciera que el que se tiene que ir soy yo y no él”, habría dicho López Hernández a un senador cercano. La frase, cargada de frustración, refleja su percepción de que el gobierno de Claudia Sheinbaum mantiene una cobertura tenue sobre su figura: constante, pero sin respaldo firme.
El nexo con Marco Rubio y la diplomacia silenciosa:
En los pasillos de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, circula la versión de que Alejandro Moreno estaría protegido por su relación con el senador republicano Marco Rubio, quien mantiene canales abiertos con la presidenta Claudia Sheinbaum. Esta conexión habría enfriado el proceso de desafuero que se discutía en la Cámara de Diputados hace apenas dos semanas.
La pregunta que flota en el ambiente legislativo es si esta “cobertura” responde únicamente a intereses diplomáticos o si hay motivaciones internas que explican el silencio sobre Alito y el ruido sobre Adán Augusto.
El silencio de Anaya y la pasividad del PAN y MC:
Mientras el PRI se lanza contra figuras del morenismo, el PAN y Movimiento Ciudadano han optado por el silencio. Ricardo Anaya, senador panista, ha evitado pronunciarse sobre el caso. De hecho, durante el estallido del escándalo de “La Barredora”, se ausentó por vacaciones, y esta semana, mientras Alito intensificaba sus denuncias, Anaya se limitó a hablar sobre temas locales en Sinaloa.
Fuentes legislativas señalan que Anaya mantiene acuerdos informales con Adán Augusto, lo que explicaría su bajo perfil en medio de la tormenta.
Adán Augusto López se siente bajo fuego cruzado. Mientras el proceso de desafuero contra Alito se diluye, los ataques contra su figura se intensifican. En su lectura, hay una operación política que busca su salida, disfrazada de desgaste institucional. Pero en el Senado, aún conserva apoyos clave y se resiste a ceder. La batalla, sin embargo, está lejos de terminar.