Hoy, 23 de febrero, conmemoramos un hito significativo en la historia de Texas: el inicio de la Batalla del Álamo en 1836. Esta confrontación, que se prolongó durante trece días, se convirtió en un símbolo perdurable de valor y sacrificio en la lucha por la independencia.

El fuerte del Álamo, ubicado en San Antonio de Béjar (ahora San Antonio, Texas), fue sitiado por las fuerzas mexicanas bajo el mando del presidente general Antonio López de Santa Anna. A pesar de estar en desventaja numérica abrumadora, los defensores texanos, liderados por figuras como James Bowie, William Travis y Davy Crockett, optaron por resistir en lugar de rendirse.

Durante trece días de asedio, los valientes defensores enfrentaron un feroz bombardeo y ataques continuos de las tropas mexicanas. Su resistencia encarnó el espíritu de lucha y determinación del pueblo texano en su búsqueda de libertad y autonomía.

Finalmente, el 6 de marzo de 1836, las fuerzas mexicanas lograron tomar el Álamo. Aunque la batalla resultó en una derrota para los texanos, su sacrificio y coraje inspiraron a otros a unirse a la causa de la independencia. La famosa frase «¡Recuerden el Álamo!» se convirtió en un grito de guerra que impulsó la lucha hacia la victoria final en la Revolución de Texas.

Hoy, en el aniversario de este acontecimiento histórico, recordamos a aquellos que defendieron el Álamo con valentía y honor. Su legado perdura en la historia de Texas y continúa inspirando un sentido de orgullo y determinación en la identidad texana.

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