Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

En el pleno centro de Chihuahua, las personas de la tercera edad enfrentan un desafío diario: cruzar las calles. Aunque los semáforos y las normas de tránsito deberían garantizar su seguridad, muchos conductores no respetan el derecho de paso, obligándolos a esperar largos minutos o a arriesgarse entre vehículos que no frenan.

“Los carros no se detienen; uno tiene que esperar a que pase uno amable o arriesgarse”, comenta una adulta mayor que, como muchas otras, debe sortear el tráfico en avenidas concurridas. La falta de cultura vial, la falta de vigilancia vial y la prisa de los automovilistas se convierten en una barrera para su movilidad, especialmente en una ciudad donde las aceras, en muchos casos, no están adaptadas para su comodidad.

Este problema no es nuevo, pero se agrava en temporadas de alto flujo vehicular, como la navideña, cuando el centro se llena de compradores y turistas. Mientras las autoridades promueven campañas de respeto al peatón, los adultos mayores siguen esperando que, más allá de los letreros, la empatía y el civismo prevalezcan en las calles de Chihuahua.