Agricultura en la Colonia Palestina: Cultivando flores en un mar de fraccionamientos
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En la Colonia Palestina de Chihuahua, Rafael Calleja Legarda, un agricultor apasionado, continúa la tradición familiar de sembrar flores, a pesar del avance de fraccionamientos residenciales en la zona. A pocos días de la celebración del Día de Muertos, Calleja se prepara para recibir a los compradores que buscan las hermosas flores que él cultiva.
“Sembramos puras flores híbridas, como los cempasúchiles,” explica Calleja mientras muestra sus cultivos. Entre sus variedades, destacan las “sempuales” en color amarillo y los “cempasúchiles” en tonos anaranjados, así como la “flor de obispo,” conocida también como “mano de león o flor de terciopelo.”

El agricultor menciona que los precios de sus productos son competitivos: “Un surco vale 10,000 pesos y produce más de 400 manojos de flores.” Calleja resalta la mejora en la cosecha con las flores híbridas, que ofrecen mayor rendimiento en comparación con las variedades tradicionales, que solían tener una tasa de producción menor.
A pesar de los retos, como la falta de lluvias que ha afectado sus lilas, Calleja sostiene que la agricultura es una forma de vida que va más allá de lo económico. “A veces, el ser humano es muy egoísta y no piensa en la naturaleza,” reflexiona, reconociendo la interdependencia entre el cuidado de las plantas y el bienestar del medio ambiente.
Ubicados en la carretera Palestina, frente a la entrada de UMA, Calleja y su familia invitan a los chihuahuenses a visitar su negocio y disfrutar de la belleza de sus flores, al tiempo que mantienen viva una tradición que, a pesar de los desafíos urbanos, sigue floreciendo en la región.



