Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

La problemática migratoria en la ciudad fronteriza de Chihuahua sigue escalando, con un campamento improvisado en las calles 57 y Juan Pablo II, justo al lado de la Central de Abastos, que se ha convertido en un refugio temporal para cientos de migrantes, principalmente provenientes de Venezuela.

Ante la falta de respuesta del gobierno federal, la situación se ha tornado cada vez más crítica, obligando a negocios aledaños a instalar barreras y malla ciclónica para hacer frente al creciente flujo migratorio.

En una entrevista con algunos de los migrantes instalados en esta zona, Johalbe, oriundo de Venezuela, relató: «Hoy en la mañana llegamos como 500 personas más. Estamos llegando, en la unión está la fuerza, todos unidos siempre podemos con todo».

Johalbe explicó la dura travesía que han enfrentado, caminando largas distancias y abordando trenes de carga, con el objetivo de llegar a Chihuahua, donde las autoridades migratorias no pueden deportarlos directamente a Tapachula.

«Gastamos subiendo otra vez para acá, nos cuesta mucho. Sabemos de muchas familias, muchos niños, sufrimos, no comemos, aguantamos frío, hambre y sueño», relató con pesar.

Sin embargo, para Johalbe y muchos otros venezolanos, el sacrificio vale la pena. «Es para por lo menos cambiar nuestra vida, porque en Venezuela no lo podemos hacer. Con un sueldo que tú ganas mensual, tú comes una semana, cuando mucho, no puedes comer bien».

La situación política y económica en Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro ha sido un factor determinante para la crisis migratoria. Johalbe expresó su desesperanza ante la falta de libertad y democracia en su país natal. «¿Cómo lo vamos a cambiar si tiene todo comprado? Las máquinas, todo. Ahorita va una elección, ¿cómo vamos a hacer? No, ¿cómo le vamos a ganar? Nadie, si él compra a todo el mundo, las máquinas votan por él igual».

A pesar de los desafíos, los migrantes se mantienen optimistas y unidos en su determinación por alcanzar una vida mejor. «Estamos viendo si toda la gente se une para podernos montar en el tren», comentó Johalbe, explicando que viajar en grupos más grandes es una estrategia para evitar ser detenidos y deportados.

La situación en Chihuahua es un reflejo de la crisis humanitaria que enfrentan miles de migrantes en su búsqueda de una vida digna. Mientras las autoridades no tomen medidas contundentes, el éxodo continuará, dejando a su paso historias de valentía, sacrificio y esperanza.

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