Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

María Luisa llega cada martes y jueves al Centro Histórico de Chihuahua con su mesa repleta de panes rancheros recién horneados, empanadas caseras y bizcochos que prepara desde la noche anterior en la estufa de su casa. “Hago como 10 paquetes de pan al día, unas 40 o 50 piezas, más las empanadas que son de piña, fresa, manzana y camote”, comenta mientras acomoda sus productos en la esquina de Segunda, donde atiende de 7:00 a 9:40 de la mañana.

El pan ranchero lo vende a 35 pesos por cuatro piezas, al igual que sus empanadas, mientras que los bizcochos -que requieren más tiempo y ingredientes- tienen un costo de 50 pesos por 20 unidades. “El bizcocho lleva más trabajo, se tarda más en prepararse”, explica. Además del pan, María Luisa elabora mermeladas caseras de manzana y calabaza que utiliza como relleno para sus empanadas, comprando solo la piña para complementar su variedad.

Su jornada no termina cuando se agotan sus productos en la mesa. “Lo que me queda lo ofrezco a quienes ya me conocen y me piden. A veces voy y se los llevo a domicilio si no queda muy lejos”, cuenta. El dinero que obtiene de sus ventas lo destina principalmente a la construcción de su casa, un esfuerzo que realiza pensando en el futuro de sus hijos.

Aunque no cuenta con un local establecido ni vehículo propio para repartos, María Luisa atiende pedidos al teléfono 614-377-3574 para quienes deseen comprar sus productos directamente en su domicilio. “Si es mayoreo, sí puedo llevarlos. Si no, pueden pasar por ellos”, aclara. Su trabajo artesanal y su esfuerzo por salir adelante son un ejemplo de la economía informal que mantiene viva la tradición panadera en las calles del centro de Chihuahua.