Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
La famosa calle Aldama en el corazón del centro de Chihuahua, que alguna vez fue conocida como la «zona Rosa» de la ciudad, hoy presenta una imagen desoladora. Varias fincas en esta histórica calle han quedado en estado de abandono, muchas de ellas derrumbadas y repletas de basura, lo que representa un peligro evidente para los peatones que transitan por este importante sector diariamente.
Uno de los casos más notorios es el antiguo Bar Garibaldi, que fue demolido por las autoridades durante la administración del exgobernador Javier Corral por la COESVI . La demolición se realizó con la intención de construir un multifamiliar que albergaría a familias sin vivienda. Sin embargo, este proyecto parece haber caído en el olvido durante la actual administración, dejando la zona en un estado de deterioro.
Parte de la problemática radica en la presencia de algunas tapias que han sido bloqueadas con el propósito de evitar el ingreso de personas indeseables, como delincuentes y consumidores de drogas. Sin embargo, otras áreas carecen de esta medida de seguridad y se han convertido en lugares propicios para actividades insalubres. El problema es tal que la zona huele a orines y heces, lo que también contribuye a la degradación del entorno.
Esta situación plantea una pregunta apremiante: ¿Hasta cuándo se mantendrá la calle Aldama en estas deplorables condiciones? Estas condiciones actuales ahuyentan al turismo y, aunque el Gobierno Municipal liderado por el Presidente Municipal Marco Bonilla está llevando a cabo proyectos de peatonalización y remodelaciones en el centro histórico, tales esfuerzos pueden resultar inútiles si el turismo ve zonas como la calle Aldama en tan lamentables condiciones. Los ciudadanos y comerciantes de la zona esperan respuestas y acciones que restauren la vitalidad de este emblemático rincón del centro de Chihuahua, para asegurar un futuro más próspero y atractivo para todos los visitantes y residentes.
