La efectividad de las cámaras del PECUU en su red de cámaras de vigilancia en el centro de Chihuahua ha quedado en entredicho ante la creciente ola de grafitis que invade la zona, incluso en áreas directamente visibles para las cámaras de seguridad.

Recientes observaciones revelan que gran parte de las cámaras instaladas como parte de este sistema de vigilancia parecen estar fuera de servicio o ser ineficaces para prevenir el vandalismo. Esta situación ha permitido que los grafiteros actúen con aparente impunidad, dejando su marca en diversos puntos del Centro Histórico.

Un ejemplo alarmante de esta situación es una maceta recién instalada como parte de las obras de renovación del centro, que ha sido vandalizada con grafitis a plena vista de las cámaras de seguridad. Asimismo, señales de tránsito y otras infraestructuras urbanas muestran claros signos de vandalismo, sin que las autoridades hayan tomado medidas efectivas para prevenirlo o sancionar a los responsables.

La proliferación de grafitis no autorizados no solo afecta la estética del Centro Histórico, sino que también genera una percepción de abandono en ciertas áreas, contradiciendo los esfuerzos de renovación urbana realizados por el municipio.

Esta situación plantea serias dudas sobre la eficacia de la inversión realizada en esta plataforma y su capacidad real para prevenir el delito y el vandalismo en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad.

Chihuahuenses y comerciantes del centro han expresado su preocupación y exigen a las autoridades una revisión urgente del sistema de vigilancia, así como la implementación de medidas más efectivas para proteger el patrimonio urbano y mantener la imagen del Centro Histórico.

La falta de acciones concretas frente a este problema no solo cuestiona la efectividad de las herramientas de seguridad implementadas, sino que también pone en tela de juicio la capacidad de respuesta de las autoridades ante actos de vandalismo que deterioran la imagen y el valor histórico del corazón de Chihuahua.