Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

En la Avenida Defensa Popular y Mártires de Chicago, un hombre de la tercera edad cumple puntualmente con una misión de servicio. Carlos Castañeda Trillo, auxiliar vial voluntario, suma ya 29 años dedicando sus mañanas a garantizar la seguridad de conductores y peatones en este cruce vial.

De lunes a sábado, desde las 6:45 hasta las 9:00 de la mañana, Castañeda se presenta en este punto peatonal cercano a la colonia Dos de Octubre. A su avanzada edad, coordina el tráfico con destreza y asiste especialmente a niños camino a la escuela. “Toda mi vida he trabajado como voluntario, ayudando a mi comunidad”, declaró el hombre, quien realiza esta labor sin recibir remuneración alguna.

Con casi tres décadas de experiencia, Castañeda presume un récord envidiable: “Nunca he ocasionado un choque, nunca me ha pitado un claxon”. Este logro lo atribuye tanto a su dedicación como a la calidad de los conductores locales, a quienes considera “los mejores automovilistas de México”, aunque reconoce que “hay unos cafres que cuidar”.

El voluntario reveló que su esperada credencial oficial está por llegar: “Ya poco para que me la den”, comentó sobre el documento que avalará formalmente su labor. Para Castañeda, más importante que el reconocimiento formal es la convicción que impulsa su servicio: “Dios me cuida a diario, para poder yo seguir ayudando”.

La historia de Carlos Castañeda representa un ejemplo de compromiso ciudadano que trasciende la edad y el interés personal, demostrando que la vocación de servicio permanece intacta a lo largo de los años.