Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

El reciente caso de agresión por parte de una maestra contra un estudiante con autismo en la ciudad de Linares, Nuevo León, ha encendido las alertas en el estado de Chihuahua sobre la urgente necesidad de proteger a los menores con discapacidad de cualquier tipo de violencia escolar.

Idalia Guerra, madre del menor de 14 años identificado como Bruno, ha denunciado ante diversas instancias que el pasado 23 de abril su hijo fue víctima de gritos y empujones por parte de una docente auxiliar durante un ensayo de poesía coral en la Secundaria José S. Vivanco.

A pesar de las denuncias presentadas, las autoridades educativas de Nuevo León no han separado a la maestra señalada del contacto con los alumnos, violando los protocolos establecidos para casos de violencia escolar.

En Chihuahua, este lamentable suceso ha generado un llamado de atención para redoblar los esfuerzos en materia de inclusión, sensibilización y protección a estudiantes con discapacidad o condiciones especiales como el autismo.

Es inaceptable que situaciones así sigan ocurriendo en nuestro país. Los docentes deben estar capacitados para brindar una educación inclusiva, con respeto y sin ningún tipo de discriminación o violencia.

Se hace un llamado a las autoridades educativas estatales a reforzar la implementación de protocolos contra el acoso escolar, así como programas de capacitación obligatorios para el personal docente en materia de inclusión, derechos humanos y manejo de la diversidad.

Asimismo, se exhorta a la Secretaría de Educación a garantizar la estricta aplicación de sanciones contempladas ante cualquier caso de violencia contra menores con discapacidad en las aulas. No podemos permitir que se repitan estos lamentables hechos. Los niños y jóvenes con autismo o cualquier otra condición merecen un entorno seguro y libre de violencia para su desarrollo pleno.

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