CHIHUAHUA, CHIH. — El pasado fin de semana, las calles internas del campus Dos de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) recibieron un baño de pintura y voluntad. La Sociedad de Alumnos de la Facultad de Contaduría y Administración (SAFCA), en coordinación con la presidencia municipal con el apoyo de la gestora de la Lic Teresita Cisneros y la dirección de la facultad, se dio a la tarea de renovar las cebras peatonales del plantel, en un esfuerzo conjunto que mezcla civismo, gestión estudiantil y una pizca de pintura amarilla.

La iniciativa, lejos de ser simbólica, responde a una necesidad concreta: mejorar la seguridad vial dentro del campus, donde el flujo peatonal y vehicular suele convivir sin mucha señalética. La presidencia municipal aportó los insumos —pintura blanca y amarilla— mientras los estudiantes pusieron rodillos, canastillas y, sobre todo, manos. El resultado: pasos peatonales visibles, funcionales y, por qué no, con un toque de orgullo universitario.

Pero esta no es la primera vez que SAFCA deja huella más allá de los eventos sociales. En su actual administración, la sociedad ha impulsado la rehabilitación de canchas deportivas, la limpieza de áreas comunes y la organización de actividades de impacto comunitario. Todo esto en mancuerna con la dirección de la facultad, que ha respaldado cada proyecto con recursos y logística.

“Queremos que se note que estamos aquí, que no sólo organizamos fiestas, sino que también dejamos rastro en el concreto”, comentó uno de los integrantes del comité estudiantil, mientras sostenía un rodillo aún manchado de amarillo.

Este tipo de acciones, aunque modestas, revelan una fórmula que suele escasear en otros niveles de gobierno: colaboración efectiva entre sociedad civil y autoridades. En este caso, entre estudiantes que no esperan a graduarse para mejorar su entorno, y una administración municipal que apuesta por apoyar desde lo básico.


“No es arte urbano, es civismo universitario.

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