Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

Con una lona y un discurso cargado de inconformidad, un ciudadano se plantó afuera del Congreso del Estado de Chihuahua para exigir el “desafuero” del senador priista Alejandro Moreno y de la senadora panista Lilly Téllez.

El manifestante argumentó que ambos legisladores han fallado en su labor como representantes populares, acusándolos de dedicarse únicamente a criticar las políticas del gobierno y a hablar mal del país en el extranjero. “Nada les parece bien, este país para ellos está hecho garras”, expresó.

Sin embargo, en su exposición quedaron de manifiesto varias confusiones y generalizaciones. Entre sus reclamos mencionó temas como la permanencia de Ricardo Anaya fuera del país, la aprobación de la reforma energética y acusaciones de moches, mezclando nombres y hechos que no guardan relación directa con los senadores a quienes pide retirar el fuero. También señaló que las diputaciones plurinominales deberían desaparecer, al calificarlas de espacios donde “meten a familiares, novias y amigos”.

El manifestante aseguró pertenecer a una organización social llamada Frente Civil Popular y dijo que su objetivo es dar voz a quienes no se atreven a expresar sus ideas. “En este país hay libertad de expresión, hay libertad de prensa, hasta libertinaje”, sostuvo.

Aunque sus declaraciones reflejan un descontento ciudadano real hacia la clase política, la falta de precisión en los señalamientos evidencia un desconocimiento del marco legal y de las funciones legislativas. El desafuero de un senador, por ejemplo, es un procedimiento que compete únicamente al Congreso de la Unión y requiere un sustento jurídico sólido, no solo la inconformidad pública.

La escena ilustra el hartazgo social hacia figuras políticas, pero también deja en claro cómo la desinformación y la mezcla de versiones pueden debilitar una protesta legítima.