Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
El Jardín Corona, que yace en completo abandono en la ciudad de Chihuahua, tiene una historia rica y variada que se remonta a varias décadas atrás. En sus inicios, este lugar era conocido como La Alameda, un espacio que solía ser frecuentado por familias, parejas y grupos de amigos en busca de un lugar para disfrutar de una comida, beber algo refrescante y deleitarse con música en vivo o sonidos estereofónicos.
Sin embargo, uno de los aspectos más destacados de este emblemático lugar son los árboles que lo adornaban. En particular, los grandes Álamos que se encontraban en el lugar desempeñaron un papel importante durante la Revolución Mexicana. Se dice que estos árboles fueron utilizados como patíbulos por el General Murguía, quien ahorcó a soldados del general Francisco Villa durante la toma de Chihuahua en septiembre de 1917.
Con el paso del tiempo, La Alameda cambió su nombre y su propósito, transformándose en el Jardín Corona. Este nuevo concepto atrajo la atención de muchos jóvenes de clase media y alta, quienes encontraron en este lugar un espacio para estacionar sus autos, disfrutar de una comida y refrescarse con bebidas frías.
Aunque en sus momentos de gloria el Jardín Corona fue considerado el segundo Drive Inn más importante de la ciudad, el abandono gradual comenzó a hacer mella en su infraestructura. Actualmente, las instalaciones están en ruinas, con un restaurante bar deteriorado por el paso del tiempo y las inclemencias climáticas.
La triste realidad es que el Jardín Corona se encuentra en un punto de no retorno. Lo que alguna vez fue un lugar emblemático y vibrante en la ciudad de Chihuahua ahora se desmorona y se convierte en un recordatorio de la falta de cuidado y la negligencia que ha sufrido. La ciudadanía lamenta la pérdida de este espacio que formaba parte de su historia y cultura, y se pregunta cómo fue posible llegar a este triste estado de abandono.
