Don Polo: entre comida y masajes, un personaje del Mercado Popular Chihuahua
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
Al mediodía de este viernes, entre el aroma a chorizo fresco y los montones de miel artesanal, Hipólito Villa Chavira, mejor conocido como don Polo, atiende a un cliente en su puesto del Mercado Popular Chihuahua. Mientras masajea los hombros de un hombre, explica con sencillez su doble oficio: vender productos locales y ofrecer terapias manuales para aliviar males como “torciaduras, falsiaduras [dislocaciones] y hasta anginas inflamadas”.
“Nos dedicamos a la terapia. Aquí, en el mercado, aparte del comercio, ayudamos a la gente”, comenta don Polo, de 60 años, quien cobra $150 por sesión. Aunque no tiene carteles ni anuncios, su reputación como “sobador” atrae a vecinos y curiosos. Entre sus historias recientes, relata el caso de una mujer de su misma edad que llegó con “vejiga caída” término coloquial que alude al descenso de la vejiga, y asegura haberle dado alivio tras varias sesiones.


El puesto de don Polo, ubicado en el pasillo central del mercado, es un punto de encuentro. Entre clientes que compran queso o preguntan por el chorizo, algunos se quedan para contarle sus dolencias. “No estamos anunciados, pero sí viene gente. Ya nos conocen”, dice mientras ajusta su cámara Canon, la misma que usa para capturar momentos cotidianos de su rutina.
Aunque sus métodos se basan en la tradición empírica, don Polo insiste en que su objetivo es ayudar: “Aquí estamos para servir”. Su voz se mezcla con el bullicio del lugar, donde los vendedores ofrecen mercancías y, en casos como el suyo, soluciones alternativas.
Mientras empaca miel para un comprador, recalca: “Los que traigan ciático, hombros duros o lo que sea, aquí estamos”. El Mercado Popular Chihuahua, fiel a su esencia, sigue siendo un espacio donde lo práctico y lo inesperado conviven.
