Ejidatarios exigen justicia frente a Congreso del Estado
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En el ejido Labor Nueva, Municipio de Julimes, un conflicto de larga data ha generado tensión y preocupación entre los ejidatarios. María Luisa Quiñones Quiñón, Ubaldo Casales Quintana y Jesús Vázquez Romero, representantes de los 367 ejidatarios originales, han luchado durante años por la posesión de 4,422 hectáreas de tierra que les corresponde legítimamente.
La batalla legal comenzó en 2011, cuando ganaron una sentencia en revisión en el Tribunal Superior Agrario en la Ciudad de México. Sin embargo, las tierras fueron entregadas a una persona que no es ejidatario ni solicitante de tierra. Desde entonces, esta persona ha impuesto su liderazgo y ha permitido que personas ajenas ingresen a las tierras, negando a los verdaderos dueños la oportunidad de trabajar sus parcelas.
“Nosotros queremos trabajar nuestras tierras, entrar al ejido y ser incluidos en el padrón del agua”, expresó María Luisa Quiñones Quiñón. Sin embargo, han enfrentado obstáculos legales y burocráticos que han dificultado el acceso a sus propias tierras. Aunque han presentado denuncias en el Ministerio Jurídico Federal desde 2019, no han recibido respuestas satisfactorias.

La situación es especialmente preocupante debido al estado de salud de muchos ejidatarios legítimos, muchos de los cuales ya no pueden asistir a las asambleas. “Casi nos creemos que es imposible”, afirmó Ubaldo Casales Quintana, señalando que reunir el 50% más uno de los ejidatarios vivos o sus sucesores para tomar decisiones sería un desafío considerable.
Mientras tanto, Marco Antonio Corras Sainz ha sembrado solo una pequeña porción de las tierras, a pesar de que se le ha impugnado como intruso. Los afectados exigen justicia y que se les permita trabajar sus tierras legítimas.
La incertidumbre y el descontento han llevado a los ejidatarios a solicitar el apoyo de autoridades y organismos agrarios para resolver este conflicto. La defensa de sus derechos y el acceso a sus tierras son la principal lucha de estos hombres y mujeres que desean preservar la tradición de su ejido y trabajar sus tierras de manera legítima. Mientras tanto, la espera y la tensión persisten en el ejido Labor Nueva, donde la justicia sigue siendo esquiva para los verdaderos dueños de la tierra.

