El amor de padre no tiene límites: la tierna escena de Mauricio y Sofía en la Plaza de Armas
Nota y fotos por: Silver Juárez Arce
En la Plaza de Armas, frente a la Catedral de Chihuahua, una escena robó las miradas y los corazones de los transeúntes: Mauricio de la Rocha, un padre chihuahuense, jugaba con su pequeña hija Sofía, de apenas unos años, lanzándola al aire y atrapándola entre risas, mientras ella lucía un colorido atuendo típico poblano.
“Ella no tiene miedo, y yo tampoco”, aseguró Mauricio con una sonrisa, mientras Sofía, vestida con un traje que su padre describió entre bromas como “de modelo”, disfrutaba cada segundo del juego. “Andamos de paseo por el centro, disfrutando el día”, comentó Mauricio, acompañado de su esposa, Karina.
La complicidad entre padre e hija, llena de confianza y alegría, se convirtió en un símbolo del amor familiar en medio del ajetreo de la ciudad. “Es bonito ver cómo los pequeños disfrutan estos momentos con sus papás”, comentó una transeúnte que observaba la escena.
Para Mauricio, pasar tiempo con Sofía es una prioridad: “No hay nada como verla feliz”. Y aunque algunos podrían preocuparse por los brincos y las vueltas, él lo tiene claro: “La seguridad está en el amor y en la confianza”.



