Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

Bajo un sol que ya alcanza los 26 grados a media mañana, con una previsión de llegar a los 31 para el mediodía, un grupo de malabaristas se esfuerza en el crucero de Vicente Guerrero y Aldama para llevar el sustento a sus hogares. Con destreza y resistencia, estos artistas callejeros realizan sus acrobacias sobre monociclos, captando la atención de conductores y peatones que transitan por el centro de la ciudad.

A pesar del calor sofocante, los malabaristas continúan con su espectáculo, lanzando y atrapando objetos al ritmo de la circulación vehicular. Su labor no solo es un acto de entretenimiento, sino también un testimonio de perseverancia en medio de condiciones climáticas adversas. Algunos automovilistas, detenidos por el semáforo, bajan sus ventanas para observar el espectáculo, mientras que otros aprovechan para entregar algunas monedas como muestra de apoyo.

El esfuerzo de estos artistas callejeros refleja la realidad de muchos chihuahuenses que buscan ganarse la vida con habilidades que, aunque impresionantes, a menudo pasan desapercibidas en el ajetreo diario.

Mientras el termómetro sigue subiendo, ellos siguen pedaleando, equilibrándose y sonriendo, demostrando que ni el calor más intenso puede detener su determinación por salir adelante.