Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En una mañana que osciló entre el bullicio y la alegría, Chihuahua dio la bienvenida al regreso a clases de cerca de 725 mil estudiantes en todos los niveles educativos. El equipo de Ocho Ochenta Noticias fue testigo de este panorama en las renombradas escuelas Manuela Medina, Práxedis G Guerrero y el Kínder Práxedis, donde el caos vehicular y la emoción se entrelazaron de manera inesperada.

Desde tempranas horas de la mañana, las calles cercanas a estas instituciones educativas se llenaron de un tráfico que parecía no tener fin. Filas kilométricas de carros avanzaban con paciencia mientras padres y tutores se esforzaban por dejar a sus hijos en la entrada de las escuelas. El inicio del ciclo escolar marcó un desafío logístico ineludible, con el tráfico convirtiéndose en el protagonista indiscutible de la mañana.

El caos vehicular, sin embargo, no opacó la calidez de la bienvenida que brindaron los docentes a los alumnos. Los pizarrones de las aulas se vistieron de letreros que daban la bienvenida a los estudiantes. Las maestras y maestros, con una sonrisa que denotaba la emoción del reencuentro, acogieron a los niños con abrazos y palabras de ánimo, dando inicio a un nuevo capítulo en sus trayectorias educativas.

Los rostros de los niños irradiaban felicidad a pesar de las circunstancias, y su entusiasmo por reencontrarse con amigos y maestros se podía sentir en el aire. A pesar del caos vehicular y las tensiones propias del regreso a clases, la energía positiva de los estudiantes se mantuvo inquebrantable.

Un elemento destacable fue la participación activa de las madres de familia. Muchas de ellas, conscientes de la complejidad del tráfico, se sumaron a los pasos peatonales con chalecos reflectantes y letreros de “alto”. Esta solidaridad permitió un cruce más seguro y ordenado de los niños, aliviando en parte el tumulto vehicular.

Aunque el inicio del ciclo escolar se ha visto marcado por la controversia en torno a los libros de texto, la ciudad de Chihuahua demostró una vez más su capacidad de adaptación y resiliencia. El arranque de clases en las escuelas Manuela Medina, Práxedis G Guerrero y el Kínder Práxedis fue un recordatorio de la importancia de la educación en la vida de los jóvenes y la comunidad en general.