Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Los estudiantes de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) han demostrado su incapacidad para mantenerse alejados de intereses políticos, como dice el dicho «cae mas rápido un hablador que un cojo». A pesar de haber asegurado que sus acciones durante la toma de la Rectoría el pasado 15 de mayo no se politizarían, los hechos recientes han demostrado lo contrario.

El miércoles 22 de mayo, durante el cierre de campaña del partido en el poder, la candidata Claudia Sheinbaum aprovechó la situación para acercarse a los estudiantes que encabezaron el movimiento. En un claro intento de ganarse el favor de este sector, Sheinbaum expresó su apoyo a las demandas de los jóvenes, incluyendo la gratuidad de la educación y la no represión a los manifestantes.

Es evidente que la toma de la Rectoría, donde los estudiantes utilizaron un ariete improvisado para derribar la puerta principal y tomar el Políforum, ha sido politizada por las autoridades en un intento por obtener réditos electorales. A pesar de que los manifestantes fueron desalojados al día siguiente por la policía, Sheinbaum ha decidido respaldar sus acciones y utilizar el conflicto como una herramienta de campaña.

Esta situación pone en duda la veracidad de las promesas de los estudiantes y demuestra que, a pesar de sus afirmaciones iniciales, sus acciones han sido cooptadas por intereses políticos. Es lamentable que un movimiento estudiantil que supuestamente buscaba el diálogo y mejoras en la educación, haya sido utilizado como un peón en el tablero electoral.

Los chihuahuenses merecen respuestas honestas y acciones transparentes por parte de los actores involucrados en este conflicto.

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