Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En el centro de la ciudad de Chihuahua, la Plaza San Francisco se ha convertido en el hogar improvisado de Álvaro, un ex fiscalista que ahora vive en situación de calle. Su historia pone de manifiesto la difícil realidad que enfrentan algunas personas, incluso aquellas con formación profesional.

Álvaro, quien dice llevar “mucho” tiempo viviendo en la plaza, ha establecido su refugio en este espacio público. Cuando se le preguntó sobre su situación, respondió con brevedad: “Nada, jefe. Nada”, refiriéndose a la falta de un hogar convencional.

A pesar de su actual condición, Álvaro reveló su pasado profesional como fiscalista, un especialista en temas tributarios y financieros. Las razones de su caída en la indigencia no están claras, ya que cuando se le cuestionó al respecto, simplemente respondió: “Todo más”, sugiriendo una compleja serie de eventos que lo llevaron a su situación actual.

La historia de Álvaro plantea preguntas sobre la red de seguridad social y el sistema de pensiones, ya que aparentemente no recibe ningún tipo de apoyo gubernamental. Cuando se le preguntó si no lo habían pensionado, respondió con cierta frustración: “¿Me está cuestionando o me va a ayudar?”, lo que indica la difícil situación emocional en la que se encuentra.

Este caso pone de relieve la precaria situación de muchas personas en situación de calle en Chihuahua y la necesidad de programas de apoyo más efectivos para prevenir y abordar este tipo de situaciones, especialmente para aquellos que, como Álvaro, alguna vez tuvieron carreras profesionales establecidas.