Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Hoy, mientras capturábamos la esencia de la historia en una fotografía postal, nos sumergimos en el pasado de la Quinta Touché, una joya histórica que ha evolucionado desde ser parte del primer cementerio de Chihuahua hasta convertirse en un monumento cultural.

El terreno, que alguna vez fue el Panteón de San Felipe, el antiguo camposanto de la ciudad, se transformó en el escenario de una nueva historia. Fragmentado durante una época de cambios, uno de los lotes fue destinado al señor Jacobo Touché, un distinguido comerciante árabe que llegó a Chihuahua en 1888, en la era de Porfirio Díaz.

Jacobo Touché, un exitoso empresario con negocios como «La Favorita», una fábrica de medias y calcetines, y los Almacenes Touché, decidió erigir una nueva residencia para su familia en el sector más elegante de Chihuahua de entonces: «El Paseo Porvenir».

Junto al renombrado arquitecto inglés George E. King, quien también estaba inmerso en la construcción del Teatro de los Héroes, la Quinta Touché comenzó a tomar forma en 1901 y se presentó al mundo en 1904.

En sus primeros días, la residencia fue conocida como la «Casa del Turco». Sin embargo, durante la Revolución Mexicana, especialmente en la era Villista, las propiedades de la élite chihuahuense, incluida la Quinta Touché, fueron confiscadas para servir como cuarteles y hospitales militares.

En 1910, la Quinta Touché se convirtió en un hospital militar, atendiendo a los heridos de batallas significativas como Ojinaga, Torreón y Zacatecas. En este contexto, el valiente general Toribio Ortega Ramírez encontró su último aliento en la Quinta Touché en 1914.

El año 1924 marcó un capítulo oscuro cuando un incendio casi destruyó por completo la finca, debido a sus pisos de madera. Sin embargo, la resiliencia prevaleció con la reconstrucción en 1927 mediante la bóveda catalana, obra de los ingenieros Carlos Ochoa, Miguel Márquez y Francisco Terrazas Falomir.

La familia Touché continuó ocupando la casa hasta 1975. Según la narrativa del escritor John Reed en «México Insurgente», la Quinta Touché también fue conocida como «La Quinta de las lágrimas», relacionada con leyendas sobre su construcción vinculada a ganancias de una casa de apuestas llamada «El Cosmopolita».

Hoy, la finca, adquirida por la Presidencia Municipal, alberga oficinas de la Dirección de Desarrollo Comercial y Turístico del municipio de Chihuahua, junto con las oficinas de Fomento Económico y Competitividad, conectando su pasado centenario con el presente vibrante de la ciudad.

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