Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En pleno corazón de la ciudad de Chihuahua, la crisis migratoria ha obligado a numerosas familias venezolanas a buscar formas de subsistencia en las calles, enfrentando condiciones adversas con tal de generar algunos ingresos para su supervivencia.

En el crucero de las calles 11 y Aldama, un joven venezolano se abre paso entre los vehículos detenidos en el semáforo, ofreciendo paletas de hielo a los automovilistas. Con el termómetro marcando 32 grados centígrados y un sol abrazador, sin una sola nube en el cielo, este migrante se arriesga en medio del tráfico para poder llevar algo de dinero a su hogar.

A tan solo un día de celebrarse el Día de las Madres, estos migrantes venezolanos no tienen en mente festejos o regalos, su única preocupación es conseguir unas monedas para poder alimentarse y, en el mejor de los casos, continuar su travesía hacia la ciudad fronteriza de Juárez.

La crisis migratoria ha provocado que cientos de familias venezolanas se encuentren varadas en Chihuahua, sin recursos económicos ni un lugar seguro donde refugiarse. Ante esta dramática realidad, no les queda más opción que exponerse a los peligros de las calles y al implacable sol de la capital chihuahuense.

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