Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En las inmediaciones del icónico restaurante «Cuidado con el Perro» sobre la calle Libertad, se puede apreciar a una mujer humilde sentada en el piso con una canasta repleta de llamativas flores tejidas a mano.

Se trata de Cecilia Núñez, una artesana que día a día elabora estas piezas de estambre para ofrecerlas a los transeúntes y turistas que pasean por el Corazón de la ciudad con la esperanza de obtener algunas monedas para poder subsistir.

«Una flor cuesta 100 pesos y si llevan dos son 150», comenta Cecilia mientras muestra su variado repertorio de creaciones en diferentes colores y diseños.

Esta vendedora ambulante se instala estratégicamente en la esquina de las calles Libertad e Independencia, un área de gran afluencia peatonal, para intentar vender sus artesanías a quienes transitan por ahí.

Aunque las ventas no son boyantes, Cecilia se muestra perseverante y continúa tejiendo flor tras flor, pues ese es su único medio de vida ante la falta de oportunidades laborales.

«No me queda de otra más que salir a vender lo que hago con mis manos para poder llevar algo de comer a la casa», expresa con resignación.

Ejemplos como el de esta mujer artesana evidencian las difíciles circunstancias económicas que enfrentan muchas familias en la capital del estado.

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