Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Minutos antes de dar inicio a la tradicional procesión del Vía Crucis en el Templo de San Rafael, fuertes vientos sacudieron la zona, provocando caos entre los organizadores y creyentes. Los ráfagas, características del clima chihuahuense en esta temporada, arrancaron decoraciones, voltearon estructuras y arrastraron objetos utilizados para la escenificación, obligando a los participantes a correr para rescatar los elementos esenciales de la representación.

La procesión, organizada por el Movimiento Familiar Cristiano Católico y coordinada por el padre Marco Estrada Rojas, enfrentó un desafío inesperado. El viento comenzó a llevarse las coronas de espinas, los manteles del altar y hasta las cruces pequeñas. Fue una carrera contra el el tiempo y el clima.

Tras 20 minutos de esfuerzo colectivo, los participantes lograron asegurar los objetos y dar inicio a la procesión, aunque con un retraso. El padre Estrada Rojas reconoció el esfuerzo de la comunidad y de los jóvenes creyentes.

El recorrido de tres kilómetros, que incluyó las 14 estaciones tradicionales, se realizó bajo un cielo despejado pero con vientos persistentes. En el emotivo encuentro de Jesús con la Virgen María (interpretada por Graciela), los asistentes sostuvieron mantas y estandartes para evitar nuevos contratiempos.