Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Chihuahua, una ciudad rica en historia y cultura, es testigo de una transformación lamentable en un sitio que alguna vez albergó la morada de indígenas Tarahumaras. Las Cuevas de los Caracoles, ubicadas cerca del río Sacramento y casi Av. Juárez, han pasado de ser un lugar de valor histórico a convertirse en un refugio para personas sin hogar y adictos, lo que ha generado preocupación y tristeza en la comunidad.

Estas cuevas, que en el pasado sirvieron como refugio para la comunidad Tarahumara, han sido testigos de la presencia de generaciones enteras de este pueblo originario. Sin embargo, en los últimos tiempos, su significado histórico y cultural ha quedado eclipsado por la llegada de personas que buscan un lugar donde vivir y, desafortunadamente, el abuso de sustancias.

El abandono es lo que ha permitido que se convierta en un espacio propicio para actividades no deseadas. Además, la falta de seguridad ha generado preocupaciones sobre la integridad de quienes buscan refugio allí.

Sin embargo, a pesar de su gran importancia histórica y arqueológica, ninguna autoridad ni dependencia, ni siquiera el INAH Chihuahua, ha mostrado interés en proteger y preservar estas cuevas. La falta de atención y medidas de protección ha permitido que este tesoro cultural quede vulnerable ante la degradación y el deterioro causado por la presencia de personas sin hogar y el abuso de sustancias.

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