El Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) de Chihuahua anunció un ajuste en el ancho de carriles de vialidades como el Periférico R. Aldama y Teófilo Borunda (Canal), bajo la Norma 004 de SEDATU, con el objetivo de reducir la velocidad vehicular y ampliar espacios peatonales. Alondra María Martínez Ayón, directora del IMPLAN, aclaró que no se eliminarán carriles, sino que se estrecharán para cumplir con la normativa federal: “No son inventos, es seguir la norma. Ejemplos como la avenida Universidad, con el proyecto Bowie, muestran que funciona”, defendió.

Sin embargo, la medida ha generado escepticismo entre ciudadanos que consideran vialidades como el Canal o el Periférico venas para desfogar el tráfico en una ciudad en expansión. Critican que reducir carriles suena “retrógrado” ante el crecimiento demográfico y la falta de alternativas reales de movilidad. Señalan que el transporte público, base de cualquier estrategia peatonal, es un caos: rutas desorganizadas, unidades irregulares y un sistema BOWI con camiones deteriorados e insuficientes para la demanda, las horas pico demuestran cada día que la Av. Universidad, la Av. Ocampo así como el Canal son rutas insuficientes y de las que mas afluencia vehicular tienen, haciendo reducciones de carriles se generara una problemática.

“Si el BOWI no llega a varias colonias, ¿de qué sirve achicar carriles? Solo habrá más tráfico”, comentó un usuario en redes. El IMPLAN insiste en que los cambios se aplicarán progresivamente en remodelaciones futuras, pero la ciudadanía exige primero resolver problemas urgentes: transporte público eficiente y mantenimiento de infraestructura.

Mientras tanto, Chihuahua se debate entre seguir normas federales y escuchar a una población que ve en sus amplias avenidas la única solución inmediata al tránsito cotidiano.