Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En un Día de los Muertos lleno de emociones y tradiciones, Ocho Ochenta recorrió los panteones de Chihuahua para presenciar la conmovedora participación de niños que acompañaron a sus padres en la limpieza y el homenaje a las tumbas de sus seres queridos. Este día especial, también vimos a una pequeña niña que encarnaba una catrina, un símbolo icónico de esta festividad.

El 2 de noviembre es un día en el que las familias de Chihuahua se reúnen en los panteones para honrar y recordar a sus seres queridos que han fallecido. En esta ocasión, no solo los adultos, sino también los más jóvenes formaron parte activa de esta tradición. Los niños se unieron a sus padres en la limpieza de las tumbas, ayudando a quitar el sácate y a limpiar con agua y escoba, transmitiendo el respeto y la devoción por sus antepasados.

Entre la multitud que visitaba el Panteón Municipal 1, destacaba una pequeña niña que vestía un traje de catrina. Con su rostro maquillado y una corona de flores rosas adornando su cabeza, sostenía con delicadeza un ramo de flores blancas mientras caminaba por los pasillos del camposanto. La imagen de esta pequeña catrina capturó la atención de todos los presentes y recordó que este día es una celebración en la que participan personas de todas las edades.

El Día de los Muertos es una festividad que une a las familias en la celebración de la vida y la memoria de sus seres queridos. La presencia de los niños en esta tradición no solo transmite la importancia de honrar a los antepasados, sino que también preserva estas costumbres culturales para las futuras generaciones.

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