Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En el corazón de la ciudad, la Plaza de Armas fue testigo este sábado de una escena poco convencional. Fernando Tiscareño, jubilado del Tecnológico de Celaya, instaló sus instrumentos musicales con un objetivo claro: compartir su amor por la música sin recibir dinero a cambio. Con una guitarra, un piano, un violín y un saxofón como compañía, Tiscareño interpretó melodías durante el medio día, atrayendo la curiosidad de transeúntes y medios locales.

“Es por amor al arte”, aseguró el músico aficionado, quien aclaró con un letrero que no acepta donativos, no ameniza eventos privados, no acompaña canciones y no presta sus instrumentos. “Si toco en un evento privado, tendría que interpretar lo que a otros les guste, no necesariamente lo mío. Y esto es solo un pasatiempo”, explicó.

Fernando viajó desde Celaya, Guanajuato, para celebrar un logro familiar: la graduación de su hija de una maestría en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH). “Espero que quiera grabarme un video cuando llegue”, comentó entre risas, destacando el carácter improvisado de su presentación.

Aunque domina varios instrumentos, el hombre de 67 años admitió que no busca la perfección. “Toco lo suficiente para que se distinga la esencia de las piezas”, dijo, mientras interpretaba canciones de su repertorio personal.