Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

La Catedral de Chihuahua, ubicada en el corazón de la ciudad del mismo nombre, es un impresionante monumento religioso que ha dejado una huella imborrable en la historia de México. Este majestuoso edificio de estilo barroco es considerado el más importante en su género en el norte del país y ha sido testigo de siglos de devoción y arquitectura excepcional. En este blog, exploraremos la historia de la Catedral de Chihuahua, desde su construcción hasta su prominencia actual como uno de los tesoros culturales de México.

La construcción de la Catedral: Los cimientos de la Catedral de Chihuahua se colocaron en el año 1725, por iniciativa del Obispo Benito Crespo y Monroy de Durango. Sin embargo, las obras avanzaron lentamente, lo que llevó al obispo a solicitar la ayuda de las autoridades de comercio y minería para recibir donaciones de comerciantes y mercaderes. A pesar de los contratiempos, la construcción continuó a lo largo de los años y finalmente se completó en 1826, casi un siglo después de que se colocara la primera piedra.

Descripción arquitectónica: La Catedral de Chihuahua presenta una impresionante fachada principal tallada en cantera ocre, que se distingue por su elegancia y esbeltez. La portada principal consta de tres cuerpos superpuestos, cada uno de ellos con elementos decorativos y estatuas de gran belleza artística. En el primer cuerpo, se encuentran seis columnas estípites con capiteles corintios, mientras que en el segundo cuerpo, las columnas presentan guirnaldas onduladas y estriadas. El tercer cuerpo alberga un nicho con la imagen de San Francisco de Asís, el santo patrono original de la catedral.

Además de la fachada principal, la catedral cuenta con dos portadas laterales, que enmarcan las puertas de acceso al norte y al sur. Estas portadas presentan una decoración similar, con arcos de medio punto rodeados de jambas de cantera y columnas adornadas con follaje y capiteles corintios. Cada portada está coronada por una estatua de santos, como San Miguel Arcángel en la portada norte y San Gabriel en la portada sur.

Uno de los elementos más destacados de la Catedral de Chihuahua son sus torres, consideradas únicas en la arquitectura barroca novohispana por su originalidad y esbeltez. Las torres constan de tres cuerpos que disminuyen en tamaño hacia arriba, cada uno de ellos decorado con pilastras semicirculares y nichos con columnas salomónicas. Las torres están rematadas por pequeñas cúpulas, linternas, cruces y veletas de herrería.

La importancia histórica y cultural: La Catedral de Chihuahua no solo es un testimonio impresionante de la arquitectura barroca, sino que también ha sido testigo de eventos significativos a lo largo de la historia

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