La comunidad discapacitada afectada por la destrucción de una rampa el pasado 8M
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En la pasada marcha del 8 de marzo, una manifestación que buscaba la igualdad y la inclusión, se produjeron actos de violencia y vandalismo que han generado controversia. Uno de los incidentes que ha causado indignación fue la destrucción de una rampa para personas con discapacidades ubicada junto al Palacio de Gobierno.
La rampa, diseñada para facilitar el acceso y movilidad de personas con diferentes discapacidades motoras, resultó seriamente dañada durante los disturbios provocados por un grupo de feministas. Muchos se preguntan por qué esta infraestructura esencial para la comunidad discapacitada se convirtió en un objetivo de destrucción en una marcha que supuestamente abogaba por la igualdad y la inclusión.
Las personas que utilizan la rampa se sienten frustradas y perjudicadas por este incidente. Se preguntan qué tuvieron que ver ellos con una protesta en la que se exigían precisamente los derechos y la consideración hacia los discapacitados. La falta de reparación de la rampa hasta el momento ha aumentado la indignación entre la comunidad afectada, ya que siguen enfrentando dificultades para acceder al Palacio de Gobierno.
La destrucción de esta rampa destaca una contradicción preocupante dentro del movimiento feminista. Aunque la lucha por la igualdad y la inclusión es un objetivo compartido, es importante recordar que esto implica tener en cuenta las necesidades y derechos de todos los grupos, incluyendo a las personas con discapacidades.
