Imágenes por Silver Juárez Arce

Daniel Rivero llegó decepcionado y triste a la Glorieta de Pancho Villa con la intención de celebrar el triunfo de la Selección Mexicana contra Argentina, pero no hubo festejo…la derrota dejó a los aficionados con el alma rota.

Cargando su 12 de cervezas y portando la camiseta de la selección, Daniel se sentó por unos momentos en los escalones de la glorieta y se quedó meditando un rato para luego retirarse del monumento que lució totalmente vacío, además de estar rayoneada, la estatua fue testigo de la derrota de la selección.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *