Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En las calles de Chihuahua, nos encontramos con Ángel Raúl Eribel Loya, un plomero de oficio cuya charla revela los detalles y los cambios en el panorama de la plomería local. Loya nos brinda otra perspectiva sobre su trabajo y los desafíos que enfrenta en la ciudad a diario.

Hablando sobre el precio de los trabajos, Loya comenta: «Aquí lo hacemos a la manera de ‘una liebre’, ¿sabes? Todo depende del trabajo que se haga». Explica cómo los materiales han subido de precio, haciendo que el costo final para los clientes también se eleve.

«Uno nunca sabe qué precio van a tener los materiales», continúa Loya. Explica que el aumento en el precio del cobre, un material esencial para su trabajo, ha sido especialmente impactante en los últimos tiempos.

Loya comparte cómo aprendió el oficio en casa, haciendo trabajos pequeños y aprendiendo sobre la marcha. «Todo se aprende echándole un ojo», dijo con una sonrisa, destacando que el es topógrafo pero que encuentra mas fácil dinero en este trabajo, sin dejar a tras la importancia de la experiencia de la práctica en su campo.

A pesar de su experiencia, Loya confiesa que no tiene teléfono y prefiere que los clientes lo visiten en su domicilio en Sexta 4803, resaltando su enfoque en las relaciones cara a cara.

Ángel Raúl Eribel Loya nos ofrece una ventana a la vida cotidiana de un plomero en Chihuahua, donde los desafíos financieros y la necesidad de adaptación siguen siendo parte del día a día para aquellos que trabajan en oficios tradicionales.

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