Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En el centro de Chihuahua, en el tradicional Mercado del Hoyo, las “maquinitas” o máquinas tipo casino se han convertido en un imán para quienes buscan un golpe de fortuna en estas fechas decembrinas. A pesar de su estatus legal cuestionable, decenas de personas se arriesgan diariamente a invertir unos cuantos pesos con la esperanza de un gran premio.

Consuelo Medina, una de las frecuentadoras del lugar, comparte su experiencia: “Le echo cinco pesos y puedo ganar hasta 200 o 300”, comentó con una sonrisa de complicidad. Las llamadas “fresitas”, como localmente se conocen estas máquinas, se han convertido en un entretenimiento controversial para muchos que buscan escapar momentáneamente de la difícil situación económica.

Los jugadores se dividen en dos grupos: aquellos que conocen “trucos” y otros que simplemente se dejan llevar por el azar. Las máquinas, instaladas en pequeños espacios del mercado, operan en una zona gris de la legalidad, atrayendo a personas que sueñan con un premio que cambie su situación.

“Vengo de vez en cuando”, cuenta Consuelo, revelando la naturaleza intermitente pero persistente de este fenómeno. La promesa de transformar cinco pesos en una cantidad mas alta mantiene viva la esperanza de muchos, especialmente en un momento del año donde los gastos se multiplican y los recursos escasean.

El mercado se convierte así en un microcosmos donde la necesidad, la esperanza y el azar se entrelazan, ofreciendo un brevísimo destello de posibilidad en medio de la precariedad económica navideña.