Parte de las manifestantes feministas hicieron a un lado la protesta pacífica y con el rostro cubierto, comenzaron a vandalizar el Palacio de Gobierno, en su cara oriental, de la Avenida Venustiano Carranza, la que da hacia la Plaza del Ángel.
Comenzaron a gritar consignas contra el Gobierno del Estado y de pronto todo se salió de control. Las manifestantes embozadas comenzaron a destruir las ventanas del Palacio de Gobierno y nadie les impide que cometan tales acciones. De hecho, no se observa policía alguno, probablemente porque no se desea una escalada en la violencia que están ejerciendo las manifestantes.
Desde dentro del Palacio de Gobierno, lanzaron granadas de gas lacrimógeno para tratar de controlar la situación, lo que provocó que algunas de las manifestantes fueran gaseadas y tuvieran que salir del lugar.
A pesar de la presencia de un pequeño grupo de bomberos, que lograron mitigar el fuego en las ventanas de Palacio orientadas hacia la avenida Venustiano Carranza, los daños en el edificio histórico son graves. Es importante destacar que muchas feministas desaprueban estas acciones violentas y consideran que no representan los ideales de su movimiento.
Después de la protesta en el Palacio de Gobierno, la marcha se dirigió por la calle Victoria hasta la Presidencia Municipal y el Congreso del Estado, donde también cometieron fuertes destrozos a las instalaciones, se quebraron vidrios, se realizaron pintadas y se dejaron pancartas al grito de «Ni una menos», «Fuimos todas» y «El Estado machista y violador, luego regresaron a la plaza del ángel para terminar la marcha.