Nota, Fotos y Video por: Silver Juárez Arce

La visita del presidente López Obrador a Ciudad Juárez se vio empañada por una manifestación que exigía justicia por los 39 migrantes que perdieron la vida en un incendio en la ciudad el Lunes pasado, Durante el recorrido del convoy del mandatario, una mujer se acercó a encararlo, momento en el que López Obrador la acusó de ser enviada por la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos.

Este hecho no pasó desapercibido para las autoridades locales, y el alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla, criticó la actitud del presidente López Obrador, señalando que los gobiernos están obligados a trabajar en equipo por el bienestar de todos los mexicanos, independientemente de sus preferencias políticas. Bonilla afirmó que tanto López Obrador como Campos y él mismo son figuras que representan a todos los ciudadanos y no solo a un sector de la población.

“Ni de los fifis ni de los Chairos, es el presidente de los mexicanos y mexicanas, la gobernadora de todos los chihuahuenses y un servidor de todos los que habitan la capital”, enfatizó Bonilla en entrevista con los medios.

Asimismo, el alcalde consideró como lamentable el comentario hecho por el presidente respecto a la manifestante, y llamó a la unidad y trabajo conjunto de los gobiernos para atender los problemas y necesidades de la ciudadanía.

Además, Bonilla también abordó otro tema de importancia en la sociedad, el bullying en las escuelas, afirmando que es un problema que se está estudiando y tratando de erradicar, junto con la presencia de drogas y armas en las escuelas. Para ello, se están tratando temas relacionados con los derechos humanos y se está considerando la posibilidad de regresar el operativo revisión mochila.

Este incidente ha generado críticas hacia el presidente López Obrador, quien en varias ocasiones ha sido señalado por polarizar a la sociedad mexicana y atacar a sus oponentes políticos, En este caso, su acusación sin pruebas a una manifestante demuestra una falta de respeto hacia quienes ejercen su derecho a la libre expresión y ponen sobre la mesa problemas que requieren la atención del gobierno.

La actitud del alcalde Bonilla, en cambio, representa un llamado a la conciliación y el diálogo entre los distintos actores políticos para trabajar juntos en beneficio de la sociedad.