Más que repartidores: Jóvenes reinventan la entrega de pedidos en el centro de Chihuahua
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En la Plaza de Armas frente a la Catedral, punto neurálgico del centro histórico de Chihuahua, dos jóvenes llamaron la atención este mediodía al ofrecer cocteles de frutas con crema y granola mientras portaban mochilas de Uber Eats ) y Rappi. Brian, uno de los vendedores, explicó que no son dueños del negocio, sino que colaboran en la distribución de productos de un local ubicado en la misma plaza.
“Los cocteles los elabora una trabajadora en el local. Nosotros los vendemos aquí y también hacemos entregas si nos llegan pedidos por las apps”, detalló Brian, quien carga su mochila de Uber Eats para transportar los vasos de fruta fresca, valuados en 50 pesos cada uno. A diferencia de la mayoría de repartidores que usan motos o bicicletas, él y su compañero aprovechan que la zona es peatonal para realizar entregas caminando. “Si el cliente está cerca, vamos directamente. Así nos ahorramos costos y es más práctico”, agregó.

El sistema funciona de manera sencilla: cuando el local recibe un pedido a través de Uber Eats o Rappi, los jóvenes verifican si la dirección está dentro del perímetro del centro histórico. De ser así, toman el producto y lo entregan personalmente, sin necesidad de vehículos. “Mucha gente nos ve con las mochilas y pregunta si somos repartidores, pero también aprovechamos para ofrecer los cocteles a los transeúntes”, comentó.
El horario de venta y entregas es de 11:00 a 18:00 horas, abarcando desde la Plaza Catedral hasta distintos puntos del primer cuadro de la ciudad. Aunque la estrategia parece inusual, Brian asegura que les permite maximizar su tiempo: “Mientras esperamos pedidos por la app, vendemos aquí. Si nos llega una notificación, salimos a entregar”.
La imagen de los jóvenes con mochilas de delivery en una zona peatonal refleja la adaptación de pequeños negocios a las demandas urbanas, donde la cercanía y la inmediatez son clave. Mientras Brian conversaba con este medio, su compañero con la mochila de Rappi se alejó rápidamente hacia la calle Libertad: tenía un pedido por cumplir.
