Más que un ave: la adaptación del gorrión común a la ciudad
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
Un gorrión común, ave reconocible por su plumaje pardo con detalles grises y negros en el pecho, fue fotografiado este viernes por el equipo de Ocho Ochenta Noticias en un árbol de la Plaza de Armas de Chihuahua. La imagen, compartida en redes sociales, destaca la adaptación de esta especie también llamada pardal o chilero a entornos urbanos, donde suele anidar en edificios y alimentarse de restos de comida o semillas.
A diferencia de aves migratorias, el gorrión común es una especie residente en México, introducida desde Europa en el siglo XIX. Sin embargo, su presencia en el centro de la ciudad contrasta con la riqueza de aves endémicas de Chihuahua, como el cuitlacoche pico curvo (, conocido por su canto melodioso en matorrales desérticos, y el zacatonero de Sierra Madre, en peligro crítico de extinción y restringido a pastizales montañosos.
Aunque el gorrión no es nativo, su avistamiento coincide con la temporada en que Chihuahua recibe aves migratorias como el pibí boreal, que viaja desde Sudamérica, y el chipe cejas doradas, que se dirige a Canadá. Estos visitantes estacionales encuentran refugio en áreas como el Parque El Palomar y las riberas del Río Chuvíscar, donde se alimentan de insectos y frutos de árboles nativos como mezquites y huizaches.
Por otro lado, especies endémicas como el carpintero del desierto, adaptado a climas áridos, y la matraca desértica, emblemática por su resistencia, comparten el territorio con el gorrión, aunque este último compite por recursos con aves locales.
El registro de Ocho Ochenta Noticias ha generado conversación sobre la importancia de crear espacios verdes con vegetación nativa, como cactus y encinos, que beneficien a aves locales. Se necesita promueven campañas para instalar bebederos y evitar el uso de pesticidas en jardines, acciones que apoyan tanto a las aves residentes como a migratorias.
Mientras el gorrión sigue siendo un vecino cotidiano en plazas y calles, el avistamiento sirve para recordar que hasta en lo común hay historias de supervivencia y adaptación dignas de atención.
