Migración interna: El desafío invisible en Chihuahua
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
La crisis migratoria en la frontera norte de México ha alcanzado nuevas dimensiones, revelando una realidad poco conocida pero igualmente preocupante: el desplazamiento interno de mexicanos que buscan mejores oportunidades de vida. En la ciudad de Chihuahua, capital del estado fronterizo del mismo nombre, se ha detectado un creciente asentamiento informal de migrantes nacionales junto a las vías del tren CHEPE (Ferrocarril Chihuahua al Pacífico).
Este fenómeno, que se suma a la ya compleja situación de migrantes internacionales provenientes de Venezuela, Haití y países centroamericanos, pone de manifiesto la difícil situación económica y social que enfrentan muchos mexicanos en sus lugares de origen, llevándolos a buscar oportunidades en ciudades fronterizas con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida o, eventualmente, cruzar hacia Estados Unidos.

Los asentamientos improvisados se ubican principalmente entre la Avenida Pacheco y la Vialidad CH-P, debajo del puente de Interceramic. Allí, decenas de personas han construido refugios precarios utilizando materiales encontrados, como cobijas viejas, cartones y trozos de madera. La situación es precaria y las condiciones de vida son extremadamente difíciles.
El reportero gráfico de este medio fue testigo de la ingeniosa forma en que estos migrantes se las arreglan para sobrevivir. En una escena que ilustra la cruda realidad de su día a día, se observó cómo calentaban agua en un envase de plástico para preparar café, demostrando una técnica que permite hervir el agua sin que el plástico se derrita al contacto con el fuego.



La mayoría de estos migrantes internos enfrentan grandes dificultades para encontrar empleo estable. Algunos, debido a la falta de estudios suficientes, no logran acceder a trabajos mejor remunerados. Muchos se ven obligados a buscar trabajo en la Central de Abastos como “liebres”, término local para referirse a empleos temporales de cargadores, estibadores o empacadores. Estos trabajos, aunque proporcionan un ingreso inmediato, carecen de prestaciones y seguro médico, dejando a los trabajadores en una situación de gran vulnerabilidad.
Otros, ante la falta de oportunidades, se han visto forzados a recurrir a la mendicidad como único medio de subsistencia.
Esta situación pone de relieve la complejidad de la crisis migratoria en México, que no solo afecta a extranjeros en tránsito hacia Estados Unidos, sino también a ciudadanos mexicanos que se ven obligados a dejar sus hogares en busca de mejores condiciones de vida. El fenómeno plantea importantes desafíos para las autoridades locales y federales, que deben abordar no solo las necesidades inmediatas de esta población vulnerable, sino también las causas estructurales que provocan estos desplazamientos internos.
La presencia de estos asentamientos informales en una zona urbana de Chihuahua también genera preocupación entre los residentes locales y plantea cuestiones sobre seguridad, salubridad y el impacto en la infraestructura de la ciudad.
Mientras tanto, la vida continúa en estos improvisados hogares junto a las vías del tren bajo el puente de Interceramic, donde cada día es una lucha por la supervivencia y la esperanza de un futuro mejor.
