Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En el Campamento de Migrantes ubicado en la Calle 57, a un lado de la tienda Oxxo de la Central de Abastos, se desarrolla una escena que refleja la cruda realidad de aquellos que buscan una vida mejor al otro lado de la frontera.
Cada día, migrantes de diversas partes del mundo se congregan en este punto estratégico, no solo en busca de un refugio temporal, sino también de recursos para sobrevivir durante su travesía por la ciudad. Recientemente, se ha observado a varios de estos migrantes subiendo a camiones con destino al centro de la ciudad, con la esperanza de conseguir dinero y provisiones que les permitan continuar su camino hacia el sueño americano en Estados Unidos.
Desde tempranas horas, estos hombres y mujeres se preparan para embarcarse en estas expediciones hacia el centro, llevando consigo la esperanza de encontrar oportunidades que les ayuden a subsistir en su camino. Con la incertidumbre como compañera constante, se aferran a la posibilidad de obtener ingresos que les permitan alimentarse y costear los gastos del viaje.
Esta práctica, se ha convertido en una estrategia de supervivencia para muchos migrantes en tránsito. En un contexto de dificultades y obstáculos, cada oportunidad de obtener recursos representa un rayo de esperanza en medio de la adversidad.
El Campamento de Migrantes en la Calle 57 y Juan Pablo II se convierte así en un punto de partida para aquellos que aspiran a alcanzar un futuro mejor. En medio de la incertidumbre y los desafíos, estos hombres, mujeres y familias continúan su lucha por un destino más próspero, llevando consigo la determinación y la esperanza de alcanzar el tan anhelado sueño americano.
