Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

El campamento improvisado de migrantes ubicado en un lote baldío a espaldas de una tienda Oxxo en la zona sur de la ciudad de Chihuahua, que hace semanas rebosaba de actividad, se encuentra ahora prácticamente desierto.

Según testimonios de los pocos migrantes que aún permanecen en el lugar, las autoridades migratorias están deteniendo a la mayoría de las personas en Torreón y Durango, impidiendo su avance hacia el norte. Como resultado, el campamento que antes albergaba a cientos de personas ahora cuenta con menos de 10 ocupantes.

El panorama es desolador: decenas de casas de campaña y refugios improvisados permanecen vacíos y abandonados. Las familias que antes poblaban el área son ahora una rareza. En la esquina de Juan Pablo II y calle 57, otrora punto de congregación, apenas se observan tres migrantes.

Algunos de los pocos que quedan en el campamento compartieron sus experiencias. Un hombre de Venezuela explicó que muchos han conseguido trabajo temporal en la zona, lo que explica por qué el campamento está casi vacío durante el día.

Otro migrante hondureño, con seis meses en el campamento, describió las dificultades que enfrentan para continuar su viaje: «De Gómez Palacio para acá está duro. Falta dinero y la migración nos lo hace difícil». También mencionó los obstáculos para viajar en transporte público, ya que les niegan la venta de boletos o les cobran tarifas excesivas.

La situación ha impactado severamente a los comerciantes locales. Un vendedor cercano al campamento lamentó la drástica caída en sus ventas debido a la disminución de migrantes en la zona.

Este cambio dramático en el panorama migratorio en Chihuahua refleja los crecientes desafíos que enfrentan quienes buscan llegar a la frontera con Estados Unidos, específicamente a Ciudad Juárez y El Paso, Texas.