Nota y fotos por Silver Juárez Arce

En el campamento improvisado de migrantes ubicado en la intersección de la calle 57 y Juan Pablo II, a espaldas de una tienda Oxxo en Chihuahua, la preocupación crece entre más de 100 personas que esperan una oportunidad para solicitar asilo en Estados Unidos.

A solo cuatro días de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la situación se torna más compleja para quienes buscan cruzar la frontera.

Vladimir Salazar es uno de los pocos afortunados que cuenta con una cita programada para solicitar asilo. Sin embargo, su caso ilustra las dificultades que enfrentan los migrantes: a pesar de tener una cita para el 21 de enero en Nogales, Salazar no cuenta con los recursos económicos necesarios para realizar el viaje.

Un intento fallido de comprar un boleto de avión a través de Viva Aerobús complicó aún más su situación, dejándolo a la espera de un reembolso que podría tardar hasta cuatro meses.”Intenté comprar el vuelo por teléfono, pero hubo un error en el sistema. Me pidieron realizar un pago adicional para el reembolso y una nueva reservación, dinero que no tengo”, explicó Salazar.

Ahora contempla la posibilidad de tomar el tren Chepe y posteriormente otra conexión hacia Nogales, una ruta más larga y complicada.

De los más de 100 migrantes que permanecen en el campamento, solo dos o tres personas más cuentan con citas programadas para solicitar asilo. La mayoría permanece en espera, mientras la incertidumbre aumenta ante las potenciales medidas restrictivas que podría implementar la administración Trump.

La situación se torna especialmente crítica considerando que Trump asumirá la presidencia el 20 de enero, un día antes de la cita de Salazar, lo que genera preocupación sobre posibles cambios en las políticas migratorias que puedan afectar incluso a quienes ya tienen citas programadas.