Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En una entrevista con algunos de los pocos migrantes que aún permanecen en el campamento improvisado del Juan Pablo II y la Calle 57, al lado de la Central de Abastos en Chihuahua, se han revelado historias desgarradoras de abandono y desesperación.

Según testimonios recabados, el tren se detuvo hace aproximadamente cinco días en un punto cercano a Ciudad Juárez. Las autoridades entonces procedieron a bajar a todos los migrantes del tren, dejándolos desamparados en pleno desierto sin alimentos ni asistencia médica.

Los migrantes, provenientes de diferentes partes de Centroamérica y Sudamérica, relatan su odisea tras ser dejados a un lado de las vías del tren que los llevaría a Ciudad Juárez. “Estábamos en el tren, cuando lo pararon”, cuenta uno de ellos. “Se paró el tren y llevaba varios migrantes, como 1500, pero los dejaron a todos”, continúa, mientras describe la difícil situación que enfrentaron los niños y mujeres.

“Nos dejaron aguantando hambre y frío. Venimos enfermos, llegó la ambulancia a dar primeros auxilios porque los niños están ensangrentados por neumonía”, relata Brenda Espilay, una migrante ecuatoriana.

Se estima que al menos 120 niños estaban entre los migrantes dejados atrás, muchos de ellos enfermos y necesitando atención médica urgente.

La situación es desesperada, con migrantes abandonados en diferentes puntos a lo largo de su ruta a el sueño americano. “Allá en Torreón, los dejaron en el desierto. Y de aquí para allá los dejan en el desierto”. Se calcula que al menos unas 300 personas aún permanecen en el campamento, algunos de ellos caminando largas distancias con niños pequeños en busca de ayuda y esperanza en su camino hacia Estados Unidos.

Numerosos migrantes, tras ser bajados de los trenes, han tenido que continuar su travesía a pie. “Vienen caminando 75 kilómetros a pies con los niños. Hay unos que vienen ya con los piesitos chismados (lastimados)”, comenta uno de los migrantes. A pesar del trato inhumano y las penurias enfrentadas, el grupo permanece firme en su objetivo de cruzar hacia Estados Unidos por la frontera de Ciudad Juárez.