Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En las vías del tren y la Av. Pacheco de Chihuahua, un pequeño grupo de aproximadamente diez personas ha construido sus humildes refugios con cartones, tarimas y cobijas, enfrentando la cruda realidad de vivir sin un techo. Con las festividades navideñas en puerta, estas personas, sin lazos familiares, expresan su deseo más sencillo: cenar algo en Nochebuena y recibir el Año Nuevo con esperanza.
Eduardo Antonio Estrada Ramírez, de Nogales, Sonora, es una de las personas que forma parte de esta comunidad improvisada. A sus 50 años, ha vivido en este lugar durante más de un año, construyendo su espacio con esfuerzo y dedicación. Originario de Acuña, Coahuila, Eduardo llegó a Chihuahua sin familiares y encontró en este sitio una especie de refugio temporal.
«Dios Nos prestó aquí para vivir… sinceramente, no tengo familia», comparte Eduardo, quien se dedica a trabajos temporales de limpieza y artesanía para subsistir. Otra persona, Juan Carlos González, de 45 años, ha vivido aquí durante dos años, enfrentando las inclemencias del clima sin un hogar. «Tratamos de cubrirnos lo más que se pueda», dice, describiendo la dura realidad del invierno en chihuahua.
Estas personas, que se ganan la vida con trabajos esporádicos y enfrentan la adversidad con valentía, expresan sus deseos más modestos para estas fechas festivas. Con el apoyo de iniciativas como «Milagro de Navidad», se busca brindar ayuda en forma de comida, ropa y otros elementos esenciales para hacer más llevadera su situación.
A pesar de las dificultades, la comunidad en las vías del tren y Av. Pacheco muestra resiliencia y una disposición inquebrantable para afrontar la realidad que les ha tocado vivir. La solidaridad y generosidad delos chihuahuenses que deseen contribuir se convierten en un verdadero «Milagro de Navidad» para aquellos que enfrentan la adversidad en estas fechas tan especiales.
La dirección exacta donde estas personas es bajo el puente de la Av. Pacheco y Vías del Tren, a un lado de interceramic.
