Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En el centro de Chihuahua, hoy tuvimos el privilegio de encontrarnos con el señor Marciano Díaz, quien sale a vender sus chocolates y coyotas a los transeúntes de la ciudad todos los días. Su particularidad es que los productos que ofrece no tienen un precio fijo, sino que se basa en la generosidad de las personas.

«Estos chocolates y coyotas no tienen precio, lo que gusten dar, lo que le nazca del corazón a las personas», comparte Díaz, destacando que ha recibido apoyo constante de la comunidad chihuahuense a lo largo de sus años en la ciudad. Agradecido por el respaldo, menciona que ha sido su forma de devolver ese apoyo que ha recibido desde su llegada a Chihuahua en 1996.

En la entrevista, el señor Díaz revela que ha pasado casi 30 años en Chihuahua, intercalados con un período en el que cumplió su deber en Sonora como miembro de las fuerzas militares. «Ya cumplí mi misión», afirma con orgullo, resaltando su disposición a dar la vida por todos los chihuahuenses.

El se presenta como alguien dispuesto a darlo todo por la comunidad. Su actitud altruista y su servicio a la ciudadanía han dejado una marca positiva en aquellos que han tenido la oportunidad de interactuar con él.

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