Mochilas llenas, bolsillos vacíos: el ritual escolar que vuelve cada septiembre
Redacción y Fotografía por Silver Juárez
Chihuahua, Chih. — A las afueras de una papelería del centro, el bullicio no es casual: este lunes 1 de septiembre inicia el ciclo escolar, y como cada año, padres y madres de familia se enfrentan al ritual inevitable de la compra de útiles escolares. Libretas, lápices, mochilas, colores, reglas, cuadernos de dibujo… la lista parece interminable, y el presupuesto, cada vez más apretado.
“Ya no es solo comprar lo básico, ahora te piden marca, tipo, cantidad específica. Y si tienes más de un hijo, pues ni cómo hacer milagros”, comenta doña Teresa, madre de tres niños que cursan primaria y secundaria. Su voz mezcla resignación con firmeza. “La educación es lo único que no se negocia, pero sí nos deja temblando cada inicio de clases.”
🎤 Entrevista en campo
Hola Karely, ¿ya estás lista para que sus hijos regresen a clases? —“Sí, ya casi. Estamos comprando los útiles, pero todavía nos faltan algunas cosas.”
—¿Cuánto más o menos creen que van a gastar? —“Pues como unos mil quinientos pesos, más o menos. Ya compramos libretas y colores, pero faltan los uniformes y los zapatos.”
—¿Qué más te falta? —“La mochila, porque la del año pasado ya está rota. Y también los cuadernos especiales que nos pidieron en la escuela.”
—¿Se han estado preparando con tiempo? —“Sí, como mamá ahorró todo el año para esto. Dice que aunque está difícil, hay que hacer el esfuerzo porque es importante.”
—¿Tú cómo te sientes? Se le pregunta a la hija —“Emocionada, ya quiero ver a mis amigos. Pero también nerviosa, porque dicen que este año va a estar más difícil.”
Entre la ilusión y la factura
Mientras los niños hojean cuadernos con portadas de superhéroes y princesas, los adultos hacen cuentas mentales. El regreso a clases no solo implica organización, sino también sacrificio. Algunos optan por reutilizar materiales del año anterior, otros por intercambiar entre vecinos. Lo que no cambia es la ilusión de ver a sus hijos avanzar.
“Es bonito verlos emocionados, aunque uno se preocupe por cómo va a pagar todo”, dice una madre mientras revisa la lista escolar en su celular. “Pero eso sí, el primer día van con todo: peinados, mochilas nuevas y muchas ganas.”






