Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

El intenso calor del verano en Chihuahua llevó al pequeño Noe, un niño que vende golosinas en la Plaza de Armas, a hacer una pausa en su jornada laboral para disfrutar de las refrescantes aguas de las fuentes de piso del lugar. Con el termómetro marcando 31 grados, Noe decidió que era el momento perfecto para darse un merecido respiro.

El joven vendedor, a pesar de su corta edad y de la responsabilidad de trabajar para ayudar a su familia, no pudo resistirse a la tentación de las fuentes, que se han convertido en un oasis en medio del sofocante calor chihuahuense. Las fotografías capturadas esta tarde muestran a Noe jugando alegremente entre los chorros de agua, un recordatorio de la inocencia y el disfrute de la infancia.

No solo los niños se han visto atraídos por estas fuentes; varios adultos también se aventuraron a sumergirse en el agua para combatir el calor. La Plaza de Armas, frente a la majestuosa Catedral, se ha transformado en un punto de reunión donde las personas buscan un alivio temporal del clima abrasador.

La imagen de Noe disfrutando de un momento de diversión en las fuentes resuena como un símbolo de resiliencia y alegría, recordándonos que, incluso en medio de las responsabilidades, siempre hay espacio para disfrutar de los pequeños placeres de la vida.